Día del libro 2021

 

De nuevo 23 de abril y otra vez celebrando el Día del libro desde nuestro blog. Un año ha pasado desde la publicación de la entrada titulada Cuarenta días, cuarenta noches escrita por Cristina Rincón en la que hacía referencia a esos cuarenta días con sus noches que llevábamos confinados. Ahora las cosas están mejor pero tampoco se ha podido volver a la ansiada normalidad y en los buscadores de nuestros equipos y teléfonos no dejamos de buscar las zonas confinadas cada semana, la ocupación de las UCI o las novedades y noticias que van llegando cada día sobre las vacunas, algo que como decía esta semana en El País la escritora Irene Vallejo en la entrevista realizada por Juan Cruz, debíamos ver como un logro científico internacional pero pasamos por una época de discursos pesimistas e indignación y no nos fijamos en el acontecimiento científico histórico que supone que a un año de la tragedia tengamos vacunas.

Y un acontecimiento es que el libro de dicha autora, El infinito en un junco, del que ya hablamos en Artillería de libros se haya convertido en tiempos de pandemia en el más leído y divulgado, que calidad y éxito comercial hayan ido de la mano desde antes incluso de recibir el Premio Nacional de Ensayo.

En nuestra entrada de hoy las tres bibliotecarias que hacemos Artillería de libros, Ana Cristina Rodríguez, Cristina Rincón y María Dolores López os acercamos tres libros, uno elegido por cada una y que por algún motivo es especial para nosotras y os queremos recomendar.

Ordenados por fecha de publicación la primera recomendación es la de María Dolores.

LA PLAZA DEL DIAMANTE de MERÇÈ RODOREDA


La plaza del diamante de Mercè Rodoreda (1909-1983) se escribió en catalán, lengua de la autora en 1962 y está considerada una obra maestra, García Márquez en 1983 al morir la autora calificó a La plaça del Diamant como la novela más bella que se ha publicado en España desde la Guerra Civil.

¿Qué sentido tiene recomendaros un libro escrito hace casi 60 años para conmemorar un Día del libro de 2021? Para mi todo, principalmente por la de lecturas que tiene. Yo lo leí en 1982 en un ejemplar que aún conservo firmado y fechado por mí y me supuso un descubrimiento. Tras la lectura vi la versión de La plaza del diamante dirigida por Francesc Betriu en el cine y a su vez la serie de televisión (versión más extensa en cuatro capítulos de la película) y aunque Silvia Munt y Lluís Homar estaban sensacionales, recuerdo no haberme yo imaginado los personajes así.



La autora pensó titular la novela Colometa, ese nombre que le es impuesto a la protagonista,  pero por sugerencia del editor paso a llamarse La plaça del Diamant.
Volví a releerlo bastantes años después y ahora vuelvo a hacerlo y cada vez es como si leyera una obra distinta. Siempre me he considerado feminista pero es cierto que hemos ido adquiriendo un bagaje en este aspecto que nos hace estar más atentos. Leyendo la otra noche las  primeras páginas de la novela, me chocaban todas esas frases en boca de Quimet, que hoy sin duda vemos como una terrible declaración de principios, me dijo que si quería ser su mujer tenía que encontrar bien todo lo que él encontraba bien a lo que Natalia le contesta  ¿y si una cosa no me gusta de ninguna manera? Y él responde, te tendrá que gustar, porque tú no entiendes. Por supuesto que reflejaban el sentirse superior del protagonista pero prevalecía su enamoramiento, la búsqueda de un piso bonito para vivir con ella. Luego ya ibas descubriendo el proceso de dominación que sufre Natalia, protagonista principal, donde puede ser tildada a la menor ocasión de tonta o simple.
La narración recorre tres etapas de la historia de España: la República, la Guerra Civil y la postguerra y Natalia nos va mostrando sus impresiones de cada una de ellas.

De este libro hay ejemplares disponibles para el préstamo en las Bibliotecas de Madrid, Aranjuez, Alcorcón y Fuenlabrada, os animo a su lectura e igual que se ha traducido del catalán  al español por Enrique Sordo, si alguien quisiera leerlo en inglés también está disponible en la Biblioteca del Campus de Aranjuez, con el título The time of the doves.

Tras su lectura seguro que tendréis curiosidad por leer algo más sobre la novela y comparar las apreciaciones de críticos e investigadores con lo sentido por vosotros, para ello os recomiendo el libro Mercè Rodoreda: gritos y silencios en "La plaza del diamante" de Josefa Buendía Gómez que forma parte de la colección de libros electrónicos Cátedra que tenemos suscrita y podéis acceder a él a través de BRAIN o de la propia plataforma, en él se analiza el libro desde distintos aspecto. Puestos a destacar alguno elijo el capítulo 5 donde se descosen mitos sobre los que se  justifica la inferioridad y la subordinación de las mujeres, como es el mito de Adan y Eva, que marca la vivencia de la sexualidad femenina y la maternidad y se analizan también los símbolos y discursos religiosos usados por los hombres para pautar y justificar el comportamiento y la sumisión de las mujeres.


También merece la pena leer Variaciones de lo femenino: La plaza del diamante y las representaciones sociales de la mujer de Adriana Minardi disponible en Dialnet donde se analiza la relación entre las tramas literarias e históricas respecto a la conciencia de clase y de género. En palabras de la autora La representación social de la mater familias se estructura a partir de dos ejes clave: la crítica a su situación de explotada en el hogar y la explotación económica por los señores de clase hacendada en su rol de trabajadora. Vida pública y vida privada se confunden y la dialéctica espacio abierto-espacio cerrado se desarticula y se vuelve conciencia de clase.

En este aspecto también incide el reciente artículo de Miaowei Weng, El silencio abyecto en la plaza del diamante en acceso abierto y también disponible a través de BRAIN  donde se explora cómo el silencio se vuelve informativo sobre la resistencia mental de la protagonista contra la imposición patriarcal, la impotencia que una mujer común siente bajo el franquismo y el crecimiento gradual de la subjetividad femenina.

Siguiendo el orden cronológico de publicación llegamos a 2016 con la recomendación de Ana.

LA BIBLIOTECA DE LOS LIBROS RECHAZADOS de DAVID FOENKINOS




Conocí a este autor a través del cine, cuando vi la película La delicadeza, basada en su novela homónima de 2009, nominada a dos premios César. Y decidí leerla. Es la historia de Natalie, una mujer que pierde al amor de su vida en un accidente. Me gustó su manera de contar, tan sencilla y con toques de humor y el hecho de que el protagonista de su relato sea un sentimiento, la ternura, la delicadeza, en un mundo tan vertiginoso como el actual.



Después leí Hacia la belleza, una novela sobre el poder redentor del arte y de la belleza, en la que un profesor de la Escuela de Bellas Artes de Lyon decide abandonar todo para convertirse en vigilante del Museo de Orsay, en la sala en la que se expone el retrato de Jeanne Hébuterne de Modigliani. Otra vez personajes que necesitan reconstruirse tras la experiencia de la muerte o de la pérdida.
A todos ellos les cambia algo, la vida les ofrece otra oportunidad a través de la ternura o la belleza. En el caso de La biblioteca de los libros rechazados ese cambio lo producirá un libro, un libro que ni siquiera está publicado.

Una joven editora descubre en una biblioteca de un pueblo una sección en la que un bibliotecario ha guardado los manuscritos de libros rechazados por las editoriales. Entre ellos encuentra Las últimas horas de una historia de amor, una obra maestra escrita por Henri Pick, fallecido dos años antes, y que regentaba una pizzería en el pueblo junto a su mujer, según la cual Henri nunca leyó un libro ni escribió ninguno. ¿Es Henri el verdadero autor?
Rodeado de un gran misterio, el libro triunfa en las librerías, provoca el boom editorial de los manuscritos rechazados y cambia el destino de muchas personas.
Foenkinos nos habla con historias pequeñas, con personajes cotidianos, sin grandes vidas, y nos habla de segundas oportunidades.
¿Qué mejor manera de celebrar el Día del Libro que leyendo una novela sobre el poder de la palabra escrita?
En la Biblioteca del Campus de Vicálvaro encontraréis además otras obras de Foenkinos, como El potencial erótico de mi mujer y En caso de felicidad.


Y además, casualmente, mañana se emite en “El cine de la 2” la versión cinematográfica de La biblioteca de los libros rechazados, producción francesa estrenada en 2019. Aquí os dejo un enlace a la presentación y al trailer: El cine de La 2



Y en este orden cronológico llegamos a la recomendación de Cristina que nos trae una novela publicada en 2019, la más reciente de las tres.

LOS CHICOS DE LA NICKEL de COLSON WHITEHEAD


Los chicos de la Nickel de Colson Whitehead traducido por Luis Murillo Fort y editado por Randon House es el libro que quiero recomendar para este día y que pronto formará parte de nuestra colección. Con este libro Whitehead recibió en 2020 su segundo Premio Pulitzer confirmándolo como uno de los mejores novelistas de Estados Unidos. En 2017 recibió también este premio por El ferrocarril subterráneo libro que podéis encontrar en la colección de ocio de la biblioteca de Madrid (BOC WHI fer).


Los chicos de la Nickel es una novela que está basada en hechos reales. En 2014 cuando se recalificaron unos terrenos del antiguo instituto reformatorio “Arthur G Dozier” en Marianna (Florida) se encontraron restos de al menos 80 jóvenes, que estaban sepultados en la zona más alejada del edificio principal. Esto reabrió un caso que estaba casi cerrado y del que hacía años se tenían sospechas, por denuncias de desapariciones de jóvenes la mayoría de ellos negros, pero que cada vez que se intentaba esclarecer, la falta de pruebas hacía que se abandonara la investigación.

Los restos óseos que aparecieron evidenciaban signos de gran violencia como traumatismos, cortes, fracturas, y disparos. La prensa se hizo eco del caso y es el hilo conductor que aprovecha Whitehead para comenzar su relato de ficción: “Elwood recibió el mejor regalo de su vida la Navidad de 1962, por más que las ideas que ese regalo metió en su cabeza fueran su perdición. Martin Luther King at Zion Hill era el único álbum que poseía, y siempre estaba puesto en el tocadiscos”.


Nos sitúa en el espacio temporal de 1962 y presenta a Elwood Curtis un chico adolescente negro abandonado por sus padres y criado por su abuela Harriet. A ella no le faltarán fuerzas y medios para conseguir dar una educación a su nieto y evitar a toda costa que termine como la mayoría de los jóvenes de la zona donde viven, sin expectativas y con un futuro incierto. Elwood a su vez es consciente de esta situación y ve en el estudio y formación la oportunidad de conseguir una vida mejor. Muestra mucho interés por la lectura, la música y por los discursos de Martin Luther King. A través de ellos empieza a ser consciente del problema racial, de la segregación en las escuelas (leyes de Jim Crow) y de que esto no solo ocurre en su ciudad, sino en otros puntos del país. Va visualizando la extensión del problema, se cuestiona rápidamente la situación de desigualdad que se da en la población negra, pero a pesar de todo esto mantiene una idílica idea de que todo puede llegar a cambiar con buena voluntad e iniciativas pacíficas.

Cuando está a punto de ingresar en la Universidad la suerte no le acompaña y se ve envuelto por equivocación en una situación que no busca pero que le lleva sin posibilidad de defensa al reformatorio.

Allí entabla amistad con otro chico negro que se llama Turner, muy diferente a él. Dos formas de ver la vida totalmente opuestas a pesar de estar viviendo las mismas experiencias. Turner es mucho más realista e intenta a toda costa que Elwood aprenda a sobrevivir en ese lugar. Qué la salvación no les va a llegar, a través de las buenas palabras o intentando denunciar la situación que viven, mediante cartas a las autoridades, porque allí nadie se va a preocupar por ellos, porque nadie los va a escuchar, porque no son nadie y además… son negros.
Otros de los temas que pone en evidencia el autor es la utilización del silencio y de quienes son sus cómplices, silencios que protegen a unos mientras que a otros los condenan a su total perdición.

El final de la novela está por descubrir, una apasionante lectura donde la segregación racial y la lucha por los derechos civiles está patente a lo largo de todo el libro. Movimientos que se dieron entre 1954 y 1968 del siglo pasado y que hoy aún cobran más actualidad si tenemos en mente el caso de George Floyd del pasado mes de mayo.

En palabras del propio Whitehead en una entrevista para El PAÍS  decía sobre estos hechos: “Es más de los mismo. Crecí en Nueva York en los años ochenta y siempre hubo episodios de brutalidad policial…Lo que le pasó a George Floyd no es nada nuevo. Pero las protestas, en su envergadura y alcance, sí lo fueron”.

En cuanto al estilo quiero destacar que no es una narración lineal, sino que recurre a los saltos en el tiempo para ir presentando a los personajes, y sus diferentes formas de ver la vida según en qué momento se encuentran. En cuanto a las descripciones del escalofriante lugar y de lo que allí pasó tengo que destacar la increíble utilización del lenguaje conciso, con palabras y adjetivos muy bien escogidos que hace que intuyas todo lo que pasa sin ser explicito ni herir la sensibilidad del lector.

De una manera magistral nos introduce en la organización del reformatorio. Inaugurado en 1900 y abierto hasta 2011 fue considerado el más grande de Estados Unidos y cuyo lema era que sus internos salieran de allí hechos unos verdaderos hombres. Pero la realidad era otra, las cuatro formas de poder salir del internado eran: cumplir la mayoría de edad, por decisión judicial (caso improbable), por muerte natural o por fuga. Lo que te hace sentir lo que esos jóvenes desprotegidos vivían cada día.

Por último, el diseño de la portada obra del diseñador gráfico Oliver Muday: un recuadro grande, perfectamente delimitado, de color rojo y en el borde de ese espacio, casi a punto de traspasarlo, las figuras de dos jóvenes cuyos cuerpos proyectan una misma sombra, invita a  entrar en la lectura del libro, del cual, sin duda, no saldréis indiferentes.

Sirvan estas tres recomendaciones, una de cada una de nosotras, para desearos un Feliz día del libro.

Ana Cristina Rodríguez, Cristina Rincón y María Dolores López. Artillería de libros.

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