La carretera. Cormac McCarthy


El pasado 13 de junio fallecía el escritor estadounidense Cormac McCarthy. Las secciones de cultura de los periódicos y las redes sociales se hacían eco de ello y hablaban de McCarthy como uno de los grandes escritores norteamericanos junto con Don DeLillo y Philip Roth, a la vez que comparaban su obra con la de William Faulkner e incluso con la de Herman Melville.

Siempre que se concede un premio, se celebra un aniversario o por desgracia se comunica el fallecimiento de un escritor o una escritora tengo la costumbre de entrar en el catálogo de la Biblioteca para saber que obras tenemos por ellos escritas o que artículos interesantes hablan sobre las mismas para contároslo y acercarlas a vosotros bien con un punto de interés como el que hace poco hicimos con las obras de Antonio Gala o bien dedicándoles unas palabras en Artillería de libros.


En el caso de Cormac McCarthy sentí aún más curiosidad porque a pesar de su importancia y las elogiosas críticas yo no había leído nada suyo. Elegí La carretera que la tenéis disponible en varias ediciones diferentes en las bibliotecas de Fuenlabrada, Móstoles y Madrid. La lectura me llevó solo un par de días pues son poco más de 200 páginas y eso que intenté alargarla porque no me gusta leer los libros de un tirón o demasiado deprisa y cuando me están gustando intento estirarlos para disfrutar más y posteriormente recordarlos con más detalle. 

Escrita en 2006 y galardonada con el Premio Pulitzer 2007  desarrolla la acción en Estados Unidos, en un paisaje, que sin duda es también protagonista, totalmente devastado sin haber apenas restos de vida animal o vegetal por lo que podría haber sido un reciente holocausto nuclear pero donde no se detalla la causa. En ese mundo postapocalíptico, con multitud de cadáveres de seres humanos en tiendas, casas o en los restos de antiguos bosques, un padre y su hijo cruzan y avanzan por esa carretera interestatal en dirección al sur. La búsqueda de alimentos, el hambre y el frio son el fondo de una gran historia de amor de un padre por su hijo y viceversa. 


En la desolación que trasmite la novela, a veces se habla de Dios como la única luz de una tierra que ha perdido todo y quizá el fuego al que se hace referencia varias veces en el texto sea la muestra de que la civilización no se haya apagado para siempre. Con respecto a  ese misterio que se crea cuando se hace referencia a Dios hay un artículo extraordinario que os referencio y podéis encontrar también en BRAIN (recordad que hay que consultar a través de MyApps si no estáis en la Biblioteca pero en este caso está en abierto y no es necesario), El discurso sobre Dios en La carretera, de Cormac McCarthy de José Antonio Millán Alba escrito en Pensamiento y cultura, 2014, Vol.17 (2). 

Millán contempla como en la literatura de los dos últimos siglos abundan los relatos de viajes que muchas veces simbolizan libertad o excitación, a veces se producen en busca de un origen, de una identidad o una memoria histórica pero en este caso es lo contrario,  un angustioso viaje de supervivencia en busca de lo que llaman "el sur" que si nos puede llevar a la idea de viaje romántico donde el sur simboliza luz, sol, calor y vida más fácil aunque como en el mismo artículo se explica toda la historia es de un único color, el gris, color de polvo, de ceniza y hasta la nieve o el agua son aquí de ese color, incluso la del mar, que cómo el padre dice al hijo cuando llegan a él "siento que no sea azul, no pasa nada, dijo el chico". También se analiza cómo se construye el viento en la novela o el fuego que puede resultar destrucción o calor, luz y fuente de vida o el tema del mal, presente en la literatura contemporánea. Por último, señala el tema del llanto comparando el producido por miedo y el producido por compasión en lo referente al del chico y el producido por la belleza o la bondad que siente el padre al ver dormir al hijo. La lectura de este artículo es un complemento estupendo pero siempre tras la lectura de la novela, a la que yo llegué no sabiendo nada y quizá por eso me fascinó.

No he leído otros libros de McCarthy, escribió una docena de ellos, pero solo analizando las emociones que me ha provocado La carretera, puedo entender a Javier Marías, cuando preguntado por si él era candidato al Nobel, respondió que si alguien merecía ese galardón era Cormac McCarthy, aunque justo esta novela le gustó menos que otras del autor como relataba cuando le entrevistó El Confidencial tras la publicación de Berta Isla


De hecho tras acabar la lectura me puse a buscar rápidamente en que plataforma estaba la película que llevó la novela al cine dirigida por John Hillcoat en 2009 con guion de Joe Penhall y con Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee y Charlize Theron de protagonistas y con unas interpretaciones fantásticas que no me defraudó para nada, todo lo contrario pero que me alegré de no haber visto hasta después de leer la novela. 
La fidelidad del director con el texto de Cormac McCarthy es total y como dice Carlos Boyero en la crítica de la película publicada en El País "Sus imágenes, los personajes, sonidos y situaciones que describe son tal como imaginábamos al leer la novela". Coincido también con su comentario, "está más allá del elogio la obra de arte que ha logrado la fotografía de Javier Aguirresarobe. Te hace respirar el frío, las cenizas, el dolor deprimente grisáceo de una insoportable jungla. El Oscar se degrada al haberlos desdeñado en sus candidaturas".



The Road, La Carretera os espera en las bibliotecas de la URJC, pasareis unas horas de lectura maravillosas y será nuestro homenaje a este autor que hasta que cumplió 60 años fue muy pobre y vivió como un vagabundo. Reservado y solitario leo en El País en la crónica de Eduardo Lago que ese retrato que constituyen las andanzas de padre e hijo en La carretera se lo dedicó a su propio hijo y se negaba a firmarlo, cuando la publicó el escritor vivía  en una caravana en algún rincón del sur de EE UU y se negaba a cualquier promoción. La novela ya formó parte de nuestro Punto de interés Todo sobre mis padres.

María Dolores López García





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