Tanto su vida como su obra son fundamentales como revisión
de la época en la que desarrolló su actividad, último tercio del siglo XIX y
principios del XX. Su intelectualidad reflejada en sus escritos, su modernidad,
su pensamiento político o religioso, su dimensión internacional le hacen única.
Pionera en introducir el feminismo en el mundo político y
cultural de la época consiguió darle visibilidad pública y ya alertó sobre lo
que hoy llamamos violencia de género explicando que no podía llamarse “pasional” y en 1901
escribió en La ilustración artística, como referencia Tereixa Constenla en el artículo de El País del pasado 9 de mayo “siguen
a la orden del día los asesinatos de mujeres. Han aprendido los criminales que
eso de la pasión es una gran defensa y que por la pasión se sale a la calle
libre y en paz”. También defendió a la mujer en lo referido a la educación
donde propugnó su derecho a hacerlo en escuelas mixtas y donde no se les
educara para ser buenas madres o amas de casa, defendió el sufragio femenino y
se declaró feminista insistiendo que todos los derechos que tenía el hombre,
los debía tener la mujer.
Su obra es inmensa y en las colecciones de la BURJC está muy bien representada. En concreto la Biblioteca del Campus de Fuenlabrada en la colección del Fondo Marino Gómez Santos tiene obras significativas. Si realizáis una búsqueda en BRAIN, podéis elegir entre obras de diferentes géneros: novelas, cuentos, cartas y haceros vuestra propia idea de lo que significa la autora.
Empezando por la novela y sabiendo que es su obra más célebre, podría elegir Los pazos de Ulloa, de la que tenéis ejemplares en Madrid y Fuenlabrada, además de encontrarla en la Colección electrónica Cátedra, disponible para leer en línea o descargar. También os puede interesar la serie documental Los pazos de Ulloa de TVE dirigida por Gonzalo Suárez que refleja el caciquismo y la decadente nobleza rural de Galicia (Campus de Fuenlabrada).
No obstante quiero recomendaros otra novela en este caso escrita en 1882, La tribuna (Bibliotecas de Madrid, Fuenlabrada y también disponible en la Colección electrónica Cátedra), construida a partir de visitas a la fábrica de tabacos de A Coruña, hace referencia al movimiento obrero centrando el relato en Galicia en los años inmediatos a la Revolución de 1868.
Entre la cantidad de estudios que podéis encontrar en BRAIN sobre las dos novelas citadas a nivel literario, yo os recomiendo uno de Rafael Climent-Espino, Culinaria, recetarios y clase social en La tribuna y Los pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán pues encuentra un nexo en común como tema transversal y es lo gastronómico. Es increíble la modernidad de Pardo Bazán e igual que antes destacaba su pensamiento sobre la igualdad de las mujeres, en este tema también me parece innovadora. En estos días que tanto hablamos de alimentación, de consumo de carne y procesados, y comentamos la diferencia en hábitos de consumo según clase social o nivel económico, observamos que Pardo Bazán ya reflejaba esas diferencias, en palabras de Climent, entendiendo la comida como artefacto sociocultural dentro de las prácticas de la cotidianidad humana. Producción y consumo de comida en estos textos se vinculan estrechamente a cuestiones de jerarquía y clase social: la comida es una construcción sociocultural y los procesos que llevan a constituirla como tal deben ser examinados. En ambas novelas la relación de los personajes con la comida aporta información significativa sobre la identidad, el ambiente y el inmovilismo de la sociedad española
De la novela paso al género epistolar recomendando una obra ya comentada en Artillería de libros en la entrada dedicada a la actividad realizada en torno a Pérez Galdós con la que se celebró el Día del libro 2020. “Miquiño mio”. Cartas a Galdós en edición de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández.
He dejado para mi recomendación final un libro de cuentos, pues este género fue primordial para la autora que publicó más de quinientos desde 1880 hasta su fallecimiento en 1921, para algunos críticos el valor mayor de su obra lo alcanza como cuentista. Mi elección surgió de una forma casi anecdótica. Visitando la exposición Emilia Pardo Bazán. El reto de la modernidad en la Biblioteca Nacional que podéis ver hasta el 26 de septiembre y de la que os dejo el folleto, una señora se dirigió a mi comentando un texto de uno de los paneles explicativos y en la breve conversación mostraba su tristeza de que no hubiera ninguna obra expuesta de la editorial Bercimuel de la que formaba parte y había publicado muchos libros sobre Pardo Bazán, entre ellos la serie de seis libros de cuentos seleccionados por temática (invierno, verano, Galicia, policiacos, sangrientos y de amores) que recogían esas “piezas pequeñas de gran literatura” de la mayor escritora española de cuentos.
Al llegar al día siguiente a la Biblioteca con la intención de escoger algo de Pardo Bazán para leer me encontré con Cuentos de verano y otoño precisamente de la editorial Bercimuel y me ha resultado una lectura maravillosa.
Los cuentos según las distintas estaciones del año los publicaba antes de que comenzaran en distintos periódicos y revistas y en concreto estos que os recomiendo anunciaban el verano que ella solía pasar en Meirás, el pazo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008 y en 2020 pasó por sentencia judicial de la familia Franco a ser propiedad del Estado pero al que ella llamó Torre o Granja de Meirás, como veo que firma en su prólogo a La Tribuna.
Con esta lectura tan veraniega Artillería de libros se despide de vosotros hasta el comienzo del curso.
¡Felices vacaciones!
Comentarios
Publicar un comentario