La acogida de esta “Vuelta al mundo en libros” que forma el actual punto de interés de Artillería de libros ha sido buena a pesar de que ha coincidido con época
de exámenes, no obstante voy a recomendaros una lectura y una ciudad que al
menos a mi me resulta de lo más estimulante.
La obra recomendada es Estambul: ciudad y recuerdos del
premio Nobel Orhan Pamuk (Estambul,
1952), y casi como indica el propio subtítulo es a la vez una descripción de la
ciudad de Estambul y una autobiografía del autor.
En algo más de 400 páginas,
Pamuk hace un recorrido por la ciudad en la que nació, los lugares de su
infancia, su juventud, su primer amor y la vida adulta, el descubrimiento del
Bósforo, de los barcos que lo cruzan, de sus edificios, de los incendios ocurridos en
la ciudad, de religión, de conquistas y caídas, del Cuerno de Oro, de los
barrios de Beyoglu o de los suburbios. Aprovecha a su vez para hablarnos de la
visión que dieron de la ciudad famosos visitantes como Nerval, Gautier, Pierre
Loti o Flaubert ensalzando que aprendió más sobre la historia de Estambul con
ellos que en lo expresado por autores estambulíes. Todo ello sin dejar de
hablar de si mismo, de su familia (su madre, su padre, su abuela, su hermano, sus tíos),
de la casa donde nació, de su época de estudiante, del placer de pintar, del
gusto por la arquitectura que le llevo a empezar a estudiar en la Universidad. El texto se acompaña
con fotografías del archivo museo de Beyoglu de Ara Güler y de otras
instituciones, así como grabados y fotos de álbumes personales y familiares. En fin un mosaico de paisajes, personas y hechos históricos
pasados por el filtro personal.
De este mismo autor y si os gusta la novela como género
literario, acabo de finalizar la lectura de Una sensación extraña, el
mismo Estambul que en su día descubrí con la obra referenciada pero en este
caso muy distinto pues la visión no viene desde una persona de clase media alta
con un nivel cultural a su alrededor sino que Orhan Pamuk escribe una historia
de Estambul desde 1969 a 2012 pero desde el punto de vista de un vendedor
callejero de yogur y boza (esa bebida de la que yo nada sabía hasta esta
lectura), Melvut Karatas. El personaje que desde que abandonara con 12 años la
aldea de Anatolia donde nació para llegar a Estambul con su padre nos relata su
vida familiar, el cambio de la ciudad con el crecimiento desmesurado de la
misma, la historia, la religión, los contrastes tremendos, una novela de sagas
familiares con un fondo social de las que a mi me atrapan y no puedo dejar de
leer.
Os dejo la entrevista al autor en el suplemento Babelia de
El País porque es el propio Pamuk el que mejor puede incentivaros a leer la
novela.
Yo también quiero dejaros unas frases suyas que encuentro en otra de sus obras La maleta de mi padre, editada por Mondadori pero que podéis encontrar a texto completo en BRAIN, Al contrario de lo que sentía durante mi niñez y mi juventud, ahora para mi el centro del mundo es Estambul. No solo porque he pasado allí casi toda mi vida, sino porque además a lo largo de treinta y tres años he descrito uno por uno sus puentes, sus calles, sus gentes, sus perros, sus casas, sus mezquitas, sus funtes, sus extraños héroes, sus tiendas, sus personajes famosos, sus puntos oscuros, sus noches y sus días, identificándome con todos ellos. Sin ninguna duda la pasión que Pamuk siente por su ciudad nos la transmite y nos acerca a ella, nos hace imaginarla y a la vez sentirla real.
María Dolores López
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