La página con las dedicatorias ya nos dice mucho de la historia recordando a esas madres que lucharon por dar a sus hijos lo que no fue para ellas y a esas hijas que tuvieron que ser adultas antes de tiempo y hacer de traductoras, representantes, acompañantes a médicos, trámites administrativos y demás a muchos de sus familiares que ni conocen el idioma ni tienen facilidad para gestionar y familiarizarse con una vida culturalmente muy alejada y diferente de la suya.
La novela tiene un carácter testimonial que nos ayuda a comprender la inmigración norteafricana y la realidad de esas hijas de inmigrantes en España y enfatiza como el racismo influye en la salud mental de quien lo sufre y unido a la pobreza crea fácilmente crisis de identidad que han marcado la vida de muchas niñas.
No tenemos que esperar al 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia ni al 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante para saber de una realidad tan cercana, ahora que estos días con el flamante título obtenido por España de ganadora de la Eurocopa de fútbol, se habla tanto de dos brillantes futbolistas hijos de migrantes, que hasta la misma autora en su cuenta de X nos dice con acierto que no todos pueden llegar, pero todos son merecedores del mismo respeto y esa celebración de lo que algunos han podido conseguir que no nos haga ver que solo por el éxito conseguido debemos valorar a los hijos de inmigrantes.
Os dejo una entrevista con la autora donde habla de temas que nos hacen reflexionar, cómo no entendía como a pesar de haber nacido en España no tenía derecho a votar o la doble discriminación por su origen amazigh (también conocido como bereber adaptación árabe de la palabra y actualmente menos utilizado por el significado etimológico de “bárbaro” en vez de “hombre libres” de amazigh) pues al ser un pueblo indígena del norte de África, todo lo que tenga que ver con la cultura o la lengua indígenas se considera inferior a la oficial , el árabe y también hace que se te invisibilice dentro de la comunidad.
Espero que este libro editado por Nube de tinta que nos recomendó su compra el director de la Unidad de Diversidad, Miguel Ángel López y ha tenido unas fabulosas críticas os guste a pesar de su dureza y realismo. Quiero pensar que las cosas van a avanzar positivamente y se que cada vez más profesionales de la sanidad o la educación intentan que se mejore el trato a estos migrantes y se respeten todos sus derechos. Es necesario.
María Dolores López García
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