El vestido azul. Michèle Desbordes


En el Punto de interés dedicado a Día Mundial de la Salud Mental hemos incluido el libro que hoy os recomendamos, El vestido azul de la escritora francesa Michèle Desbordes (1940-2006). 

La protagonista de El vestido azul es la escultora Camille Claudel, a la que se le ha conocido más como amante del también escultor Auguste Rodin. A lo largo de la historia siempre las artistas que han estado cerca o han formado pareja con otros artistas masculinos han quedado a la sombra de ellos. En la novela conocemos a la joven Camille, feliz, extravagante, exaltada, amante de la vida, del arte y del amor pero que no consiguió nunca ser visible para quienes la conocieron y a la Camille que va envejeciendo en el manicomio de Montdevergues a la que ni su familia comprendió (su padre fue el único que se negó a llevarla allí y el mismo día de su muerte la madre y el hermano la ingresaron en una institución). Ni ellos, Camille adoraba a su hermano como se refleja en el libro, ni su amante, ni su entorno…nadie consiguió entenderla. Sí me ha resultado tan bella la historia es porque no se queda en la narración de un amor tormentoso, sino que entra e indaga en la intimidad de la protagonista arrastrada por la belleza y despojada poco a poco de toda esperanza y no es la enfermedad de Camille lo que expone Michèle Desbordes sino la tragedia de habitar los límites de uno mismo.
Michèle Desbordes


Esta escrita como postea Carmen Woolf en Macondo Taller de escritura al referirse a otra obra de Desbordes, La petición con un estilo depurado, sencillo, íntimo donde la escenas parecen cuadros, unas veces pintados al detalle, y otras a mano alzada, pero en ambos casos circunscritos por una sintaxis donde la palabra, al igual que sucedía con su libro, El vestido azul, es protagonista de la historia.



Como escribe Andrés Barrero en el blog Libros y Literatura El vestido azul no sólo repasa su vida, también pasea con Camille por los senderos del manicomio, nos muestra cómo coge una silla y sale con ella a esperar a su hermano, las muy escasas visitas de su hermano al que le une una relación tan contradictoria como intensa. Nos acompaña en su esplendor, en su amor, en su reclusión, en su rendición. La imagen de esa anciana con un vestido raído, sentada en una silla mirando a la entrada y esperando tiene una gran potencia literaria, y yo me atrevo a decir que la del vestido azul del final de la novela descrito con tanta precisión y la intensidad con la que quiere al vestido y el deseo de ver el mar  acompañada de su querido Paul es de una emoción extraordinaria  y toda una lección de literatura como nos dice Barrero.

El gran vals. Camille Claudel


Sin duda más allá del disfrute literario con la lectura que para mí ha sido inmenso nos quedamos con ganas de saber más de Camille Claudel y os voy a recomendar la página web del Museo Rodin en las que se hace referencia a ella simplemente como lo que fue, una inmensa escultora y proporciona una documentación valiosa como cartas que se cruzaron entre ellos y un resumen de sus principales obras, de las que de alguna de ellas se hace referencia en la novela.




Camille también ha inspirado dos películas que siempre tendremos ganas de visionar aunque solo sea por las dos grandes actrices que la interpretaron, Isabel Adjani en La pasión de Camile Claudel y Juliette Binoche en Camille Claudel, 1915.

Esperamos disfrutéis de esta novela y conozcáis mejor a su protagonista, la escultora francesa Camille Claudel de la que este mes de octubre se han cumplido 80 años de su fallecimiento.

María Dolores López

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