Azúcar quemado. Avni Doshi


Hoy elegimos otro libro del punto de interés, Todo sobre mis padres para recomendaros su lectura, Azúcar quemado de Avni Doshi  finalista del Premio Booker 2020

Avni Doshi es una escritora estadounidense. Nacida en 1982 estudió Arte en Nueva York e Historia en Londres y volvió a India, el país de sus padres para dedicarse al comisariado de exposiciones. Tras cinco años en esta ocupación decidió trabajar a tiempo completo en literatura y su primera novela, Azúcar quemado es la que hoy queremos animaros a leer.

El tema acorde con nuestro Punto de interés es la complicada relación entre una madre y una hija a través de la que replantea el concepto de maternidad.

Esa primera frase Mentiría si dijera que nunca he sentido placer cuando a mi madre le ocurre una desgracia para continuar en la segunda frase con Sufrí por su culpa siendo una niña… ya nos hacen ver que no todas las relaciones materno filiales son serenas o fáciles.

Como explica Ana Marcos en el artículo de El País tardó siete años y ocho borradores en construir la mala relación entre una madre que en su juventud decidió separarse de su pareja y llevarse a su hija pequeña a un ashram en India, una comuna de una secta similar a la que retrata el documental Wild Wild Country de Netflix. 

La novela cuenta la historia de Tara, la madre de Antara que siempre fue una mujer de carácter fuerte, despreció las convenciones de su familia, su marido y su época. Pero cuando comienza con los primeros síntomas de alzhéimer Antara quiere que recuerde las veces que le hizo daño, los lugares a los que la arrastró de niña por huir de un matrimonio aburrido, el culto religioso en el que vivieron, los meses en la calle después de que abandonó el ashram con el corazón destrozado tras perder el amor que sentía exclusivo hacía ella. 

Antara piensa en todo eso mientras acompaña a su madre y se pregunta cómo cuidar de alguien que no la cuidó jamás. Con 10 años se siente sola y solo encontró consuelo en una mujer que no era su madre. Más de dos décadas después de aquella traumática experiencia, ella debe cuidar de la madre lo que da pie en el libro a tratar el tema de la memoria y la concepción casi sagrada de la maternidad y asumir que esa supuesta pureza es una construcción social.

Avni Doshi

La historia se desarrolla en Pune. La autora ha vivido en Estados Unidos y en India y reconoce que en ambos países se ha sentido extranjera. Confiesa no haber encontrado diferencias en cuanto al trato a las madres y señala No creo que haya distinción entre las presiones que he vivido en una y otra sociedad: la misoginia y el patriarcado. La novela no es autobiográfica, pero en la entrevista publicada en La Vanguardia confiesa que la familia de su madre es de Pune, y allí pasaba temporadas cuando era niña. En Estados Unidos durante el curso, llevábamos una vida bastante solitaria y, al llegar allí para las vacaciones, nos veíamos rodeados de una familia enorme y bulliciosa, que hablaba en un montón de idiomas, todo tenía una gran fuerza pero también era un poco terrorífico para una niña. Por el lado de mi padre, pertenecían al ahsram (templo de meditación hindú) de Osho, en la misma ciudad. Todo lo que escuchaba de aquel lugar era loco, descabellado y me sorprendía que las mujeres de allí parecían luego normales.

Con todo ello ha creado un espacio imaginario, inspirado en su ansiedad, miedos,  sueños y pesadillas, incluso la experiencia con su abuela, diagnosticada de alzhéimer mientras escribía la novela le ha ayudado a crear el personaje de Tara. Sus influencias, a parte de sus vivencias las reconoce en García Márquez, Javier Marías y Rachel Cusk, autora entre otros de los libros de memorias A Life’s Work y Despojos.

Me ha gustado conocer la cultura india que muestra la novela a nivel histórico, religioso o incluso gastronómico y seguro que mientras la leéis alguna vez recurriréis a google para saber más sobre algún aspecto nombrado. A mí me ha pasado y no solo en lo histórico sino más bien por ejemplo en muchas referencias a la comida pues algunas de ellas me eran totalmente desconocidas.

En cualquier caso, en las críticas a Azúcar quemado prevalece el fondo de que muestra una relación tóxica entre madre e hija y que las dos pueden ser crueles, como también parece muy despectiva la abuela con su propia hija como si todas fueran maternidades no deseadas sin aceptación de esas hijas, pero yo no veo solo todo lo negativo que claramente está ahí y rescato y quiero ver esos momentos o recuerdos que muestran retazos de cariño. La relación de la protagonista Tara con su padre, su abuelo o su marido también se podría analizar, todos parecen personajes secundarios o más débiles, pero a veces un momento de ternura les delata.

Por último os dejo enlace a la crítica aparecida en el suplemento Babelia de El País firmado por Javier Aparicio Maydeu y titulado Retrato de madre con fondo negro que ve la novela como historia de dolor a través de las acometidas del sentimiento, que se le hacen visibles al lector merced a una suerte de combate de esgrima entre la memoria y el olvido. De esta crítica destacaría como compara la novela con otras muchas obras que narran las relaciones madre-hija desde La madre de Gorki a Tú no eres como otras madres de Angelika Schrobsdorff, novelas que también podéis encontrar en nuestro Punto de interés.


La novela estoy segura de que os hará meditar y posiblemente os proporcione unas sensaciones diferentes a cada uno pues es muy personal pero seguro no os dejara indiferentes.

María Dolores López García





Comentarios

  1. Me encanta este libro, lo leí hace poco durante mis estudios de diseño y producción editorial en este sitio web https://pruebaslibres.net/curso-pruebas-libres-diseno-y-produccion-editorial de verdad que me gusto mucho

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