La isla del padre. Fernando Marías


Os traemos una nueva recomendación del Punto de interés actual, Todo sobre mis padres. En este caso la narración con carácter biográfico proviene del hijo al padre y a mi me ha dejado fascinada. La isla del padre de Fernando Marías entrará en esa categoría particular mía, en esa lista imaginaria de libros que tras leerlos no dudo en querer regalar a amigos y familia.

La historia comienza narrando esa llamada recibida en el móvil a una hora no habitual y que antes de contestarla sabes que es una urgencia, el abismo en palabras de Fernando Marías. Efectivamente su padre ingresado con esa llamada pre-muerte por el autor, su visita al hospital en Bilbao y todos los recuerdos y sentimientos que le provocan y la frase dicha por su padre “un día, en cuanto salga del hospital, subimos tú y yo al Pagasarri”.

Cuando empieza a hablar de esa cima del monte al sur de Bilbao al que algunos domingos subía con su padre, cuando cuenta como escribe la palabra Pagasarri en su agenda y dice que le pareció el título de algo que aún no existía, sin querer casi empecé a buscar fechas de publicación pues solo pensaba en la coincidencia con Ordesa de Manuel Vilas, otra novela que forma parte del Punto de interés actual. Otro libro de amor a unos padres y de recuerdos que toma su título de las excursiones por el Parque Nacional oscense. Comprobé que la obra de Marías se publicó  tres años antes y  no se llamó Pagasarri sino La isla del padre pero realmente curioso ese simbolismo de la montaña, los padres y la infancia.

La isla del padre fue galardonada con el premio Biblioteca breve en 2015 y como escribió en el suplemento de El País, Babelia Berna González Harbour, hay biografías que dicen más de quien la escribe que de quien se trata. O al menos igual. Y conociendo la figura de su padre, la de su madre (quien realizó la foto de la cubierta del libro), su abuela, o sus hermanos conocemos a Fernando Marías, quien como sabéis falleció este año 2022 y su muerte nos sobrecoge quizá por todo lo que escribió de la misma no solo en esta novela sino en toda su obra y porque ya no se podrá sentar en ese banco al que se prometía volver en junio de 2033, para recordar lo mejor de sus vidas cuando ambos fueron maleantes en Madrid.

Mientras leía el libro celebrábamos en la Biblioteca El día del cine español y la lectura era una verdadera fiesta. Marías vino a Madrid a estudiar cine en 1975 y tuvo una estrecha relación con ese mundo, como guionista entre otras películas adaptó su propia novela La luz prodigiosa, que fue llevada al cine en 2002 dirigida por Miguel Hermoso y que fue nominada a Mejor Guion Adaptado en los Goya.

La isla del padre es puro amor al cine, son innumerables las películas, directores, actores y actrices que se citan, la descripción de sus tardes de cine en Bilbao, las sesiones de noche con su padre o la alegría que le suponían las tres salas de cine que existían en aquellos años de su infancia en Lekeitio, su lugar de veraneo donde se permitía la entrada a los niños a las películas de mayores y le dejaba, apenas a unos kilómetros de distancia, ver lo que no era posible en la capital.


Para conocer más a fondo su obra también forman parte de nuestra colección y os pueden interesar, El niño de los coroneles, premio Nadal 2001 en la Biblioteca del Campus de Madrid y en la del Campus de Fuenlabrada encontráis el guion de La luz prodigiosa y en cuanto a teatro, El hogar del monstruo, el primer montaje de la Compañía Hijos de Mary Shelley fundada por Fernando Marías. Se estrenó en 2016 en el Centro Dramático Nacional bajo la dirección de Vanessa Montfort y se incluye el texto El espectro de la estación de Atocha de Fernando Marías.


Pronto encontrareis en nuestra colección Arde este libro, otro texto autobiográfico aún más sobrecogedor que La isla del padre. La historia de amor y vida con su mujer, Verónica a quien conoció en Madrid en 1979, cuando apenas tenían veinte añosComienza el libro con la reflexión Te incineraron con una novela mía entre las manos. Por eso escribo este libro. Hasta ese momento jamás pensé que contaría nuestra historia. El alcoholismo al que reconoce la condujo él, la llevó a la muerte con solo 54 años, él pudo salir a tiempo, para reconstruir una vida rota y desarrollar su carrera de escritor, ya lejos de Verónica, pero tristemente la muerte de la que tanto se habla en el libro también llegó este invierno pasado para él. 


Por último, os comparto un texto de Fernando Marías que encontráis en su blog titulado Cinco horas con Luis Eduardo Aute, donde cuenta la colaboración de Aute en  un recital de textos y versos alrededor de la sexualidad en su vertiente explícita que se realizó en el teatro Alfil en 2016, poesía de Aute y magia en las palabras de Fernando Marías recordando lo que supuso en su vida la canción Las cuatro y diez. ¡Merece la pena leerlo!

Murió mientras preparaba la versión teatral de Los santos inocentes, que ya se está pudiendo ver en algunas provincias con muy buenas críticas y a Madrid llegará en el mes de mayo a las Naves del Español, será otra manera de acercarnos a él.



Os animo a leer a Fernando Marías y a que compartáis vuestros comentarios en el blog. Seguro que su lectura no os va dejar indiferentes.

María Dolores López García



Comentarios

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