MIGUEL DELIBES


El 17 de octubre de 2020 se han celebrado los cien años del nacimiento de Miguel Delibes. En Artillería de libros no queremos dejar de conmemorar este acontecimiento antes de que finalice el año.

Nuestra intención era escribir algo similar a lo que hacemos con otros aniversarios del nacimiento o el fallecimiento de autores que nos interesan y centrarnos en hacer un repaso sobre la obra de los mismos contenida en las colecciones de la BURJC. En este caso nos dimos cuenta que la obra de Miguel Delibes estaba perfectamente representada en nuestra Biblioteca, desde La sombra del ciprés es alargada su primera novela publicada y ganadora del Premio Nadal, pasando por las siguientes  Aún es de día, El camino, Diario de un cazador, Diario de un emigrante, La hoja roja, Las ratas, Cinco horas con Mario, El príncipe destronado, Las guerras de nuestros antepasados, El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes, Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso, El tesoro, Señora de rojo sobre fondo gris hasta llegar a su última novela publicada, El hereje. También encontramos relatos como La partida, cuentos como los recogidos en Cuentos literarios hispánicos, donde la editorial Alborada recoge cuentos de Galdós y de Delibes entre otros, libros que muestran su faceta de periodista y ensayista como el tomo VI de sus obras completas (Círculo de lectores), el libro La censura de prensa en los años 40 (y otros ensayos) publicado por Ámbito en 1985 donde analiza  las condiciones de libertad para escribir y reflexiona acerca de su experiencia en la prensa durante la primera etapa del franquismo o el homenaje a Julián Marías publicado por Espasa Calpe en 1984 para el que Delibes escribe, La Comunión.

También encontramos su faceta de viajero en obras como USA y yo, Europa, parada y fonda o La primavera de Praga,  de conocedor de su tierra como en Castilla habla, de análisis literario como  España 1936-1950 : muerte y resurrección de la novela o libros que reflejan su faceta de compromiso con la tierra y el medio ambiente como en La tierra herida : ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? escrito junto a su hijo, el científico Miguel Delibes de Castro.


Para conocer más a Delibes recomendamos también el interesante y emotivo libro Conversaciones con Miguel Delibes de César Alonso de los Ríos donde Delibes confiesa “soy un hombre de fidelidades: a una mujer, a un periódico, a un editor, a una ciudad” al leerlo vamos descubriendo su obsesión por la soledad, el mundo rural  y su profundo amor a Castilla.

Puesto que analizar una a una cada una de sus obras sería imposible para lo que pretende el blog, se nos ha ocurrido que cada una de las tres bibliotecarias que estamos detrás de Artillería de libros recomiende y hable de un libro de Miguel Delibes: Cristina Rincón ha elegido El tesoro, Ana Cristina Rodríguez, El hereje y María Dolores López, Señora de rojo sobre fondo gris.

Vamos a contaros nuestras reflexiones:

EL TESORO 


Tengo dos razones fundamentales para haber escogido esta lectura. La primera porque a pesar de ser una novela corta y de las menos conocidas, en ella encontramos todo el estilo literario que caracteriza su obra. Y en segundo lugar porque es un tema que personalmente he conocido y porque de una manera muy concreta he visto reflejado en el texto: lo maltratada e incomprendida que ha sido a veces la arqueología en nuestro país.

En un pueblo imaginario del norte de Castilla: Gamones, encuentran un tesoro celtibérico “aparentemente de manera fortuita”. El ayuntamiento notifica a las autoridades pertinentes el descubrimiento del ajuar, para poder recibir la indemnización por el hallazgo. Al pueblo llega un arqueólogo del Ministerio de Cultura para realizar una prospección, excavación y comprobación de la zona con un grupo de colaboradores y su presencia en el pueblo va a desembocar en un desenlace violento,  entre los vecinos del pueblo y el grupo de arqueólogos. 
El que haya tratado Delibes el tema de la arqueología no es de extrañar teniendo en cuenta que su hijo Germán Delibes de Castro es prehistoriador y arqueólogo. En la actualidad es catedrático en la Universidad de Valladolid, especializado en el periodo Calcolítico de la Meseta norte. 
Seguramente no fueron pocas las charlas que pudieron mantener padre e hijo sobre este tema, los imagino en largas sobremesas poniendo de manifiesto la problemática de la arqueología en nuestro país, la necesidad de dar a conocer mejor el patrimonio histórico y sobre todo de conservarlo. La necesidad de leyes que lo protejan y de fondos económicos para poder llevar a cabo estas medidas. La cultura siempre aparece en un segundo plano en el reparto de presupuestos y con la incomprensión a veces de los afectados, que en este caso ven a los arqueólogos como “jóvenes”  que vienen a “robarles” lo que es suyo.
En la novela aparece la división entre el mundo rural y la ciudad, entre los vecinos ajenos a la historia de su propio pueblo, sin querer entrar en razón y la pasión por profesionales de la arqueología que quieren llevar a cabo un perfecto método de excavación para poder registrar bien los restos materiales que aparecen y poder estudiar mejor la forma de vida de nuestros antepasados.
También Delibes pone ya en tela de juicio las diferentes formas de ver este problema. Según qué partido político esté en el gobierno en las diferentes instituciones que aparecen en la novela: Ayuntamiento, Delegación Provincial o Ministerio de Cultura. Cada uno gestionando el problema a su manera para conseguir beneficios políticos y económicos. ¿A qué nos recuerda esto?
Es importante recordar que precisamente en 1985 se aprobó la Ley de Patrimonio Histórico Español: Ley 16/1985 de 25 de junio. El Título V está dedicado al Patrimonio Arqueológico, y en su artículo 44 se establece los derechos y deberes del descubridor de restos con valores de patrimonio y las sanciones que puede recibir si no cumple con los artículos de este título. Tema ampliamente descrito en la novela.
El desenlace de la novela es desolador. Tal vez se necesitaba informar más a la población de la importancia del Patrimonio Histórico en todos sus aspectos, que no lo vieran como una amenaza, sino, como una posibilidad de dar riqueza cultural a su entorno. En la novela el enfrentamiento e incomprensión se manifiesta con la falta diálogo, ausencia de mediadores y falta de respeto a la profesión del arqueólogo.
En los años 80 en España muchos yacimientos arqueológicos no fueron lo suficientemente protegidos. En algunos casos por la desidia de los gobernantes y por la poca o nula información que se transmitía a los vecinos y empresas que veían amenazados sus intereses por la piqueta.
Como siempre Delibes no deja de mostrarnos un dominio del lenguaje tanto en los términos del castellano como en palabras técnicas, en los que indudablemente estaba muy documentado. Muchas veces es necesario el diccionario para entender el significado de muchas palabras, algunas de ellas olvidadas o ya en desuso.



Como muchas de sus novelas El tesoro también fue adaptada al cine por Antonio Mercero que dirigió la película en 1988, fue presentada en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, sin buenas críticas por parte del jurado y público. Entre los protagonistas Álvaro de Luna y José Coronado representan esos dos mundos y pensamientos antagónicos que nos muestra Delibes. 


En la biblioteca del campus de Madrid podéis encontrar esta novela en la colección de ocio BOC GRA nov, editada por la editorial Destino, que ha sido la editorial donde Miguel Delibes publicó todos sus libros.

EL HEREJE



“El hereje” se publicó en 1998 y fue la última gran novela de Delibes, y también su primera novela histórica. Narra la vida de Cipriano Salcedo, comerciante de Valladolid que nació en 1517, el mismo día en que Lutero fijó sus noventa y cinco tesis contra las indulgencias en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Su madre murió en el parto, por lo que su padre le consideró siempre responsable de su pérdida, se desentendió de él y le encomendó al cuidado de Minervina, una joven nodriza que se ocupará de Cipriano hasta que su padre le interne en un colegio de huérfanos, separándole de ella, una relación que le perseguirá toda su vida.

Todas estas vivencias en su infancia y adolescencia marcan el carácter de Cipriano, y al mismo tiempo le sirven al autor para situarnos en el Valladolid del siglo XVI, y nos lleva por escenarios muy variados: las calles de la vieja ciudad, la vida doméstica, el mundo rural del Páramo, el circuito comercial de los tejidos, la circulación de las ideas…
Ya de adulto Cipriano se convierte en comerciante de pieles y entra en contacto con un grupo de luteranos, corriente que, de manera clandestina, empezaba a introducirse en España. Hasta que su difusión fue cortada por la Santa Inquisición.
Pilar Celma Valero, directora de la cátedra Miguel Delibes en la Universidad de Valladolid, ha señalado que Delibes escribe novelas de personajes, los cuales, a través de sus vidas y no de sus palabras, nos comunican su carga ideológica. Por ejemplo:
- A través de su dura niñez, vamos viendo como el miedo pasa a formar parte del carácter de Cipriano y se convierte en una constante en su vida. 
- Cipriano se pregunta constantemente si ha hecho algo malo o si podría haberlo hecho mejor, tiene una conciencia muy escrupulosa. Mantiene una búsqueda constante, y sus dudas le llevarán a explorar otras ideas.
- En el grupo de luteranos encontrará la amistad, que le hará superar el miedo, y viajará a Alemania a pesar del peligro. Y luego vivirá la traición.
- Cipriano fracasa en su búsqueda de la verdad y el amor, pero se enfrenta al Santo Oficio como un héroe, sin sentirse culpable por primera vez.



He elegido esta novela como mi favorita de Miguel Delibes, aunque debo decir que comparte el primer lugar con Los santos inocentes, otra novela de enormes personajes. Y la he elegido por dos motivos: la impresionante belleza del lenguaje de la novela, la riqueza y voluptuosidad del castellano que utiliza Delibes,  a pesar de los desajustes que algunos críticos señalan entre el vocabulario del siglo XVI y el que emplea el autor (expresiones como “ley de la gravedad”, “tics” o “maquillaje”, que no aparecen hasta siglos después).
En la página 43 del libro Cipriano dice: “La adicción a la lectura ha llegado a ser tan sospechosa que el analfabetismo se hace deseable y honroso”. A veces tengo la sensación de que en la sociedad actual se prefiere la desinformación y la ignorancia con tal de no salirse de la corriente de opinión general. El otro motivo por el que recomendaría esta novela es porque, por encima del contexto histórico, es un canto a la libertad de pensamiento, a la tolerancia y a la independencia intelectual. ¿Qué mejor legado nos podría haber dejado Miguel Delibes?

SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS



Igual que Ana se planteo su recomendación entre  Los Santos inocentes o El Hereje, yo he dudado entre elegir Cinco horas con Mario que me encantó desde que la leí en el instituto, pasando por la versión teatral (de la que también tenemos el texto en la colección de la BURJC) y la relectura de adulta, pero al final me incliné por Señora de rojo sobre fondo gris donde algunos críticos ven la antítesis de la anterior. 



La novela la escribe Delibes como homenaje a su mujer, Ángeles de Castro y el título hace referencia al retrato que de ella hizo el pintor vallisoletano Eduardo García Benito y que siempre estuvo en el estudio del escritor, como vemos en la foto que inicia la entrada. Se presenta como un monólogo de Nicolás, un pintor en crisis creativa en duelo por la muerte de su mujer, sin duda alter ego de Delibes. No es una biografía ni utiliza nombres reales,  publicada en 1991 , bastantes años después de la muerte de Ángeles acaecida en noviembre de 1974 , no es tampoco una simple elegía, es mucho más, una novela que habla del contexto histórico que había en España en esos años. El narrador se dirige a su hija, encarcelada por oponerse al proceso 1001, se habla de torturas y de las grandísimas condenas que se imponían por los considerados delitos políticos. En pequeños retazos vamos conociendo al personaje, su simpatía, sus gustos, su amor por la antigüedades, sus embarazos y de pronto, la enfermedad, médicos, diagnósticos, tratamientos y la muerte.

Una frase en boca del protagonista en la página 54 me estremece en su relectura, "es algo que suele suceder con los muertos: lamentar no haberles dicho a tiempo cuánto los amabas, lo necesarios que te eran" y en este 2020, año de perdidas no puedo hacerla más mía.

Ya al poco de morir su mujer, Miguel Delibes en su discurso de ingreso en la Real Academia Española en mayo de 1975, dijo refiriéndose a ella “Soy consciente de que con su desaparición ha muerto la mejor mitad de mí mismo”. Ella le regaló su primera máquina de escribir y le animo a dedicarse a la literatura, con ella tuvo siete hijos y ella fue su inseparable compañera durante cerca de 30 años. En la respuesta al Discurso, Julián Marías también dedicó a Ángeles de Castro unas palabras “Una mujer que, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre de vivir” que son recogidas en la novela también pronunciadas por un personaje ficticio pero que emocionaron a Delibes hasta el punto de llevarlas a su texto.

En la exposición recientemente finalizada dedicada a Miguel Delibes en la Biblioteca Nacional comisariada por Jesús Marchamalo se explica que el manuscrito de Señora de rojo sobre fondo gris consta de 144 cuartillas de papel de periódico y 47 cuartillas más de papel más oscuro  escritas todas con pluma estilográfica y se han expuesto el manuscrito original y la segunda prueba mecanografiada pertenecientes a la Fundación Miguel Delibes de Valladolid de las que dejo fotografías.




📷María Dolores López, Exposición BNE

La novela fue llevada al teatro adaptada y dirigida por José Sámano y con José Sacristán como actor de este monólogo que le pone voz, gesto y lágrimas, también unos tragos de alcohol y algunos valiums, como escribiera Diego Doncel en ABC.



Os dejo un pequeño video de la representación que podrá de nuevo verse entre mayo y junio de 2021 en el Teatro Bellas Artes (esperemos que la pandemia no lo impida).

Para finalizar la recomendación de la lectura del artículo  Seis claves para Delibes de Darío Villanueva donde recoge el reconocimiento que haría Migue Delibes exponiendo con toda sinceridad  que su vocación literaria tuvo en su origen mucho de fortuita; que aprendió a escribir en el Curso de Derecho mercantil de Joaquín Garrigues y eso escribiendo nosotras desde una facultad de Ciencias Jurídicas nos encanta (Stendhal había dicho lo propio en referencia al código civil francés), y hace un repaso por gran parte de su obra pero relacionándolo con Benet, Juan Goytisolo o Cela, Torrente Ballester o Martín Santos con la idea de  recuperar la narratividad o incluso con Dos Passos o James Joyce o con las concepciones filosóficas formuladas por Claude Lévi-Strauss y Roland Barthes.

Conozcamos a Miguel Delibes leyéndolo, elegid entre nuestra colección el libro que más os inquiete o llame vuestra atención y las Navidades serán un buen momento para disfrutarlo.

Artillería de libros

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