La película, ópera prima no solo de su director Juan Antonio
Bayona, sino también del guionista, Sergio G. Sánchez, de la diseñadora de vestuario María Reyes, de
la montadora Elena Ruiz y de Óscar Faura, director de fotografía, se pude
considerar una película redonda en el género de terror y sin duda tras cada
sorpresa, tras cada susto hay una reflexión y una razón. En palabras de Desirée
de Fez, en el capítulo Melodrama en la
penumbra de la obra que nos ocupa, no debe exigírsele al subgénero de cine
de fantasmas y casas encantadas que vaya más allá de la diversión y de hacer
pasar miedo al público, pero recuerda que La
leyenda de la casa del infierno (John Hough, 1973) por poner un ejemplo, a
pesar de conseguir esas premisas, lleva un análisis sobre “el egoísmo, el aislamiento dañino, la represión sexual o el deseo”. El orfanato podemos verlo como una película de terror pero también como el
drama de una madre que añora a su hijo desaparecido y ese dolor nos trasmite
una emoción que solo el mundo de los afectos, de la infancia y de los lazos
familiares puede lograr, lo trágico de lo que implica la separación y la pérdida.
A lo largo del libro leemos la entrevista con su director
donde reconoce la influencia de Encuentros
en la tercera fase, no como algo indeseado, sino todo lo contrario, y
cuenta como se la proyectó a todo el equipo el día anterior a comenzar el rodaje,
no solo como referencia visual sino como el reflejo de la desintegración de una
familia, el aislamiento e incluso la relación con los cuentos, Pinocho en la
película de Spielberg y Peter Pan en El orfanato, con el personaje de Laura
volviendo al orfelinato donde pasó su niñez para de algún modo saldar una
cuenta pendiente.
Otras películas de Steven Spielberg por las que Bayona se
siente atraído y reconoce que le han influido
son Tiburón y El color púrpura y a nivel psicológico expone que Roman Polanski
con La semilla del diablo y El quimérico inquilino fueron fundamentales para
reflejar esos procesos de locura de los personajes. Bayona también nos comenta
la banda sonora y los efectos de sonido. El libro también incluye una
entrevista a Sergio G. Sánchez, guionista y a Guillermo del Toro que no solo es
quien produce la película sino que la presenta personalmente porque confiesa
que creyó en ella desde que leyó el guion e independientemente de que fuera un
o no un éxito quería establecer un vínculo especial con ella.
Según avanzan las páginas se sigue haciendo un recorrido por los personajes, la
fotografía, los efectos digitales y los decorados donde me resulta curioso el
razonamiento que Sergio G. Sánchez hace sobre la elección del Palacio de
Partarríu en Llanes (Asturias) para rodar los exteriores de la casa, su observación sobre lo
cambiante que es la imagen de la casa según desde donde es mirada, cada fachada
parece de una casa distinta y eso beneficia a la historia.
Por último el guion está publicado tal y como se trabajó
durante el rodaje, escaneando la copia con la que trabajaba el director con las
viñetas del storyboard ocupando el grueso del libro para finalizar con toda la
campaña gráfica de la película
.
El libro con signatura LA-M 791.632:792.02 BAY orf
actualmente podéis encontrarlo en la Sala del terror de la Bibiblioteca. Se
acompaña de un DVD con extras de la película (DVD-361). La película la tenéis
disponible en la Biblioteca del Campus de Fuenlabrada (DVD-3162).
María Dolores López
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