El periodista Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897 –Londres,
1944) es el autor de A sangre y fuego: Héroes, bestias y
mártires de España, libro formado por nueve relatos sobre la Guerra Civil escritos
desde su exilio en Francia y que fue
publicado por primera vez en Chile en 1937 donde el editor destacaba que el
autor jamás había militado en partido alguno y su credo era la democracia y posteriormente
en Nueva York con el
título Heroes and Beasts of Spain
donde la crítica le mencionaba como un observador implacable.
En la actividad con que se celebró la Noche de los Libros en
la Biblioteca del Campus de Madrid, Tú
recomiendas, nosotros leemos, Carlos Gómez Puebla nos invitaba a leerlo con
estas palabras:
Era el primer libro
que leía sobre la Guerra Civil. Iba precavido, porque las recomendaciones
habían sido tan buenas que temía no cumpliese las expectativas. Pero, todo lo
contrario, te transmite la guerra, no ya como un conflicto bélico sino como un
fracaso colectivo de la sociedad española. Empatizas con los personajes y no es
raro que en ocasiones te imagines a un familiar lejano en su lugar. Los
personajes se van acercando y alejando como si de un acordeón se tratase.
Considero que las nuevas generaciones deberían tener este libro para conocer su
historia, y no caer en errores pasados.
Hay quien a veces se queja de la cantidad de novelas o
películas que se centran o al menos cuentan historias que se desarrollan durante la Guerra Civil, no
creo que sea cierto ese abuso temático, y aunque es verdad que se ha escrito
mucho sobre ella, nunca es tanto para un hecho que marcó el futuro de la
historia de España y el de cada persona que la sufrió. Muchos de los que la padecieron siendo niños aún viven y si les escuchamos, notamos como marcó
profundamente toda su infancia y está entre sus recuerdos de forma
recurrente.
En la Biblioteca podéis encontrar el libro en los Campus de
Fuenlabrada y Madrid y en diferentes ediciones: Asociación de Libreros de Lance
de Madrid, Libros de Asteroide, Espuela de Plata o en la colección Relecturas con la que Espasa da a
conocer a autores y obras de gran calidad literaria de los siglos XIX y XX que han sufrido un silencio inmerecido.
Yo solo había leído los relatos titulados La gesta de los caballistas y ¡Masacre, masacre! porque forman parte de la obra Partes de guerra, una
antología de relatos sobre la Guerra Civil editados por Ignacio Martínez de Pisón y ya me resultaron excepcionales. Aunque reconoce
a Chaves Nogales como el primer
autor que escribió sobre la contienda, en esa especie de novela colectiva sobre
la Guerra que intenta hacer en Partes de Guerra, los relatos no siguen el orden
cronológico en el que fueron escritos, sino el de los hechos que narra cada uno
de ellos, para que podamos hacernos una idea en conjunto desde el estallido de
la Guerra hasta la derrota republicana y escritos por autores defensores de uno
u otro bando.
Sin duda la Guerra Civil fue un tema literario para los
extranjeros que viajaron a España y la narraron desde su punto de vista o ideología. La esperanza de André Malraux que podéis encontrar en las
Bibliotecas de Fuenlabrada y Madrid o Por quién doblan las campanas de
Ernest Hemingway que además de en las Bibliotecas citadas también forma parte
de la colección de Alcorcón, son dos libros casi de lectura obligatoria para
los interesados por el tema. Como indica Martínez de Pisón en el prólogo de la
obra mencionada, podían incurrir al ser
escritos en algún factor propagandístico o bien para reclamar atención a las potencias
europeas sobre el difícil trance que atravesaba la República en el caso de
Malraux o bien tres años más tarde alertar a la sociedad americana contra el
fascismo internacional en el caso de Hemingway, pero no les quita ningún
interés.
Una vez leidos todos los relatos, el valor a mi parecer de A sangre y fuego, además del literario es el ético con ese reparto
de responsabilidades entre las fuerzas franquistas y las organizaciones
revolucionarias que deja entrever en cada uno de los relatos. Hay un deseo cumplido de imparcialidad que
trasmite lo cruel y lo absurdo de la guerra y vamos de la sonrisa que nos
provocan algunos personajes casi esperpénticos: Bigornia del relato homónimo, el señor Tirón de ¡Viva la muerte! o Jorge de La columna de hierro a lo dramático de saber que no son anécdotas ficticias
la historia de Los guerreros marroquíes, de Arnal de El tesoro de Briesca
o Carmiña de Y a lo lejos, una
lucecita, sino lugares, personas y hechos reales narrados con un estilo
propio por el gran periodista e intelectual que era.
Os recomiendo su lectura como ha hecho vuestro compañero.
María Dolores López
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